Los bibliotecarios en Cuba celebramos con júbilo y profesionalidad un aniversario más del nacimiento del primer bibliógrafo cubano: Antonio Bachiller y Morales, considerado por José Martí como Patriarca de nuestras letras dado que su obra marca el inicio de los estudios bibliotecológicos en este país.
La práctica de la bibliotecología se ha desarrollado vertiginosamente desde la más remota antigüedad hasta el presente. Los primeros bibliotecarios fueron caldeos, babilonios, egipcios y griegos y asombrosamente, sus métodos de trabajo no diferían mucho de los que actualmente seguimos en nuestras instituciones; y es que biblioteca y bibliotecario se han adaptado perfectamente a todos los entornos y épocas, haciendo honor a la teoría de la selección natural de las especies esbozada por Darwin.
Pueden estar seguros de que si la rigidez fuese la tónica que guiara el trabajo en las empresas documentales, hace mucho habrían desaparecido, o al menos serían hoy organismos en vías de extinción.
Afortunadamente, lejos de ser así, la Bibliotecología como ciencia continúa siendo una de las profesiones de mayor vigencia en la actualidad, gracias a la implementación de las nuevas tecnologías. Por ejemplo: los catálogos aparecieron hace milenios en tablillas de arcilla y hoy disponemos de los mismos medios para recuperar la información en formato digitalizado.
¡Cuán largo camino recorrido desde aquellos rústicos instrumentos hasta llegar a los catálogos en línea; desde el libro de piedra hasta la biblioteca virtual.
La tarea de un bibliotecario se ha ido transformando en el tiempo. Han pasado de ser custodios de las colecciones de libros a ser intermediarios entre los usuarios que requieren satisfacer alguna necesidad de información y las colecciones de información que les son confiadas.
El desempeño de estos tesoreros literarios son múltiples: adquisición de nuevos materiales, catalogación y clasificación de los mismos, desarrollo de las colecciones, descarte de materiales obsoletos, establecimiento de políticas o normas de funcionamiento de los centros de información o bibliotecas donde trabajan, conducción de entrevistas de referencia, contratación de servicios y suscripción a revistas impresas o electrónicas, investigación.
Los bibliotecarios trabajan en distintos ámbitos: bibliotecas públicas, bibliotecas de instituciones educativas, bibliotecas especiales para ciegos y sordos, así como las bibliotecas especializadas, por ejemplo en un instituto de investigación.
También se les pueden encontrar en la biblioteca interna de una empresa, bibliotecas parlamentarias y las bibliotecas nacionales, centros de información especializados de instituciones, encargadas de reunir y conservar toda la producción bibliográfica de un país y sobre él. Por otra parte, ser bibliotecario implica haber asumido con un profundo sentido de responsabilidad y decoro la necesidad cada vez más apremiante de ayudar a las personas a canalizar debidamente sus necesidades informativas de forma ética y coherente.
Los bibliotecarios hemos tomado por asalto a la Sociedad desde hace cientos de años y la herencia que nos legaron nuestros antecesores subsistirá mientras existan las bibliotecas, y ello será por mucho tiempo.
Hagamos pues, que el imperativo social al que estamos llamados actualmente marque significativas pautas en la historia de la bibliotecología nacional. Disfrutemos de estas fechas con plena satisfacción, conscientes de que el mejoramiento humano y la virtud también son posibles gracias a nuestra labor.
El Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas aprovecha esta ocasión para homenajear y felicitar a todas nuestras bibliotecarias de nuestra red, y exhortar a los jóvenes que estudian esta hermosa profesión a amarla y defenderla.
¡Muchas felicidades¡