Existen plantas que son de uso bien común por sus usos culinarios, pero que también se emplean por sus propiedades medicinales. Una de ellas es el Coleus amboinicus, conocida en Cuba como orégano francés.
Esta es una especie de la familia de las lamiáceas que se considera originaria de partes de África, la península Arábiga y la India, aunque actualmente se cultiva y naturaliza ampliamente en otras zonas tropicales del mundo. Tiene la característica de que posee un sabor y olor similares al orégano. Una curiosidad, el epíteto amboinicus se refiere a la isla indonesia de Ambón, donde aparentemente fue encontrada y descrita por el misionero jesuita y botánico portugués João de Loureiro.
La planta se cultiva como ornamental, pero tiene otros usos. Por ejemplo, las hojas frescas se utilizan para perfumar la ropa y el cabello. En el caso de la cocina, por su sabor intenso, se utiliza como sustituto del orégano para enmascarar los fuertes olores y sabores del pescado, el cordero y la cabra. Es muy popular en el Caribe, donde las hojas se emplean comúnmente para sazonar carnes por su aroma penetrante.
En el caso de sus propiedades medicinales, la tercera edición de la Farmacopea Vegetal Caribeña recomienda su uso en el tratamiento del asma bronquial, el catarro y la tos, esta última como síntoma común a varias enfermedades respiratorias. Según se refiere en dicho texto, los estudios experimentales con diferentes extractos de la planta han permitido corroborar sus efectos espasmolítico, antitusivo y expectorante, lo que hace útil al orégano francés en el tratamiento de estos padecimientos respiratorios. Además, de acuerdo con un artículo publicado en 2020 por investigadores indios, se le han demostrado más recientemente a la planta actividades antimicrobiana, antifúngica, antiinflamatoria, antidiabética, ansiolítica, antineoplásica, analgésica, antipalúdica, diurética, cicatrizante y antiagregante plaquetaria, entre otras.
En el caso del asma bronquial, el catarro o la tos, la forma recomendada de preparar el orégano francés según la referida Farmacopea Vegetal Caribeña es elaborando una decocción o infusión con aproximadamente 7 cucharadas de las hojas troceadas de la planta para un litro de agua. En caso de decocción, se deja hervir durante cinco minutos en recipiente tapado y para la infusión se agrega el agua hirviendo y se tapa inmediatamente. Ya sea una u otra forma de elaboración, se deja enfriar el preparado, se filtra y se bebe en el momento que lo requiera la indicación sintomática, hasta por tres veces al día.
Otra forma de emplear esta planta, ahora desde la perspectiva de la Medicina Ayurvédica de la India, es utilizando el jugo que se obtiene al machacar las hojas. Una cantidad de cinco mililitros de este se mezcla con un poco de miel de abejas y se consume dos veces en el día, antes de las principales comidas. Esta combinación, en el caso de la tos, potencia el efecto antitusivo a partir de ser una propiedad que poseen los dos componentes. En Ayurveda también se recomienda el orégano francés para tratar la congestión nasal y la rinitis.
El uso de esta planta se considera bastante seguro, toda vez que es empleada de manera extendida como condimento. Sin embargo, no se recomienda utilizarla con fines medicinales durante el embarazo, la lactancia ni en niños menores de tres años. Siempre se debe tener en cuenta que el asma bronquial es una enfermedad crónica con episodios de agudización, por lo que en estos casos el uso del orégano francés sería complementario al tratamiento médico convencional.
Más allá de la tradición, en nuestro país se han desarrollado ensayos clínicos con formulaciones farmacéuticas derivadas de esta especie para evaluar su eficacia y seguridad en el tratamiento del catarro común. Los resultados de este estudio en particular fueron favorables, por lo que de alguna forma, la experiencia de la tradición y la ciencia cubana avalan también el uso que tiene Coleus amboinicus como una planta medicinal útil en para tratar el catarro, y específicamente de la tos, que fue un síntoma que mostró mejoría significativa entre los pacientes tratados.
Así entonces, más allá del uso etnomédico, podemos confiar en los estudios desarrollados en el mundo y en nuestro propio país que demuestran la utilidad del orégano francés para cuidar la salud, específicamente en el abordaje del asma bronquial, el catarro y la tos, como siempre… ¡desde lo natural!