La lepra es una enfermedad infecciosa crónica causada por el bacilo Mycobacterium leprae. M. leprae se multiplica lentamente y el periodo de incubación de la enfermedad es en promedio de cinco años. Los síntomas pueden aparecer dentro del primer año, aunque también pueden tardar hasta 20 años o incluso más en manifestarse.
La lepra afecta principalmente a la piel, los nervios periféricos, la mucosa del tracto respiratorio superior y los ojos. Puede ser curada con poliquimioterapia.
La lepra se transmite probablemente a través de las gotículas que se expulsan de la boca o la nariz, en el curso de contactos cercanos y frecuentes con personas que no han recibido tratamiento. Si no se trata, la enfermedad puede causar daños progresivos y permanentes en la piel, los nervios, las extremidades y los ojos.
En 2020 se detectaron 127 558 nuevos casos de lepra a nivel mundial, entre ellos 8 629 de niños menores de 15 años, según cifras oficiales provenientes de 139 países de las seis regiones de la OMS. La tasa de detección de nuevos casos entre la población infantil fue de 4,4 por millón de niños.
Entre los nuevos casos, 7 198 presentaban discapacidades de grado 2 y la tasa correspondiente fue de 0,9 por millón de habitantes.
A finales del año 2020, la prevalencia era de 129 389 casos en tratamiento y la correspondiente tasa de prevalencia de 16,7 por millón de habitantes.
La pandemia de COVID-19 ha interrumpido la ejecución del programa y provocado una reducción de la detección de nuevos casos del 37% en comparación con 2019.
Introducción
La lepra es una enfermedad infecciosa crónica causada por Mycobacterium leprae, un bacilo acidorresistente con forma de barra o vara. Afecta principalmente a la piel, los nervios periféricos, la mucosa del tracto respiratorio superior y los ojos. La lepra es una enfermedad curable y el tratamiento en las primeras fases puede evitar la discapacidad.
Breve historia de la enfermedad y su tratamiento
La lepra es una enfermedad ancestral, descrita ya en la literatura de las civilizaciones de la antigüedad. A lo largo de la historia, los enfermos de lepra se han visto condenados al ostracismo por sus comunidades y familias.
En el pasado, el tratamiento de la lepra era distinto del actual. El primer avance importante tuvo lugar en el decenio de 1940 con el desarrollo del fármaco dapsona. La larga duración del tratamiento —muchos años o a menudo toda la vida— dificultaba su cumplimiento. En el decenio de 1960, M. leprae comenzó a desarrollar resistencia a la dapsona, el único medicamento antileproso por entonces conocido. A principios de ese decenio se descubrieron la rifampicina y la clofazimina, que posteriormente se añadieron al régimen terapéutico que más tarde se denominó poliquimioterapia (PQT).
En 1981, la OMS recomendó la PQT, que en la actualidad consiste en tres fármacos: dapsona, rifampicina y clofazimina. El tratamiento tiene una duración de seis meses en los casos paucibacilares y de 12 meses en los multibacilares. La PQT mata al patógeno y cura al paciente.
Desde 1981, la OMS proporciona PQT gratuita. Inicialmente, esta terapia fue financiada por la Fundación Nippon, y desde 2000 es donada por Novartis tras un acuerdo vigente hasta 2025.
A lo largo de los últimos 20 años se han tratado con PQT más de 16 millones de enfermos de lepra. En varios países se observa una reducción general, aunque gradual, de los nuevos casos, que descendieron a 202 256 en 2019. Varios países notificaron un número menor de casos, en particular 45 países que comunicaron cero casos de la enfermedad.
Respuesta de la OMS
En 2018, la OMS examinó las pruebas disponibles sobre cuestiones fundamentales relacionadas con la eliminación de la lepra y elaboró las Directrices para el diagnóstico, tratamiento y prevención de la lepra (OMS, 2018), en las que se recomienda un régimen de tres fármacos (rifampicina, dapsona y clofazimina) para los tipos de lepra tanto paucibacilares como multibacilares. Para la prevención de la enfermedad, las directrices también indican la administración de una dosis única de rifampicina a los contactos familiares y sociales elegibles.
Tras un amplio proceso de consultas con los países, expertos en lepra, asociados y personas afectadas por la enfermedad, la OMS publicó en abril de 2021 Hacia cero lepra. Estrategia mundial contra la lepra (enfermedad de Hansen) 2021-2030 en consonancia con la Hoja de ruta para las ETD 2030.
La estrategia se ha publicado en inglés, y se ofrecen versiones en español, francés, portugués y ruso a fin de llegar una audiencia mundial lo más amplia posible.
HACIA CERO LEPRA – ESTRATEGIA MUNDIAL CONTRA LA LEPRA (ENFERMEDAD DE HANSEN) 2021-2030
Visión a largo plazo
Cero lepra: cero infección y enfermedad, cero discapacidades, cero estigma y discriminación
Objetivo
Eliminación de la lepra (definida como interrupción de la transmisión)
Metas mundiales para 2030
120 países con cero nuevos casos autóctonos
70% de reducción en el número anual de casos nuevos detectados
90% de reducción en la tasa por millón de habitantes de casos nuevos con discapacidad grado 2 (DG2)
90% de reducción en la tasa por millón de niños de los casos nuevos pediátricos con lepra
Pilares estratégicos y componentes clave
1: Implementar hojas de ruta integradas de cero lepra en todos los países endémicos
Compromiso político con recursos adecuados para lepra en un contexto integrado
Alianzas nacionales para cero lepra y hojas de ruta cero lepra que involucren a todas las partes interesadas
Creación de capacidades en el sistema sanitario para servicios de calidad
Vigilancia eficaz y mejores sistemas de gestión de datos
Monitoreo de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) y reacciones adversas a los medicamentos
2: Ampliar la prevención de la lepra junto con la detección activa integrada de casos
Seguimiento de contactos para todos los casos nuevos
Ampliación de la quimioterapia preventiva
Búsqueda de casos activa integrada en poblaciones objetivo
Nuevas vacunas existentes y potenciales
3: Manejar la lepra y sus complicaciones y prevenir nuevas discapacidades
Detección temprana de casos, diagnóstico preciso y tratamiento oportuno
Acceso a instalaciones de referencia integrales y bien organizadas
Diagnóstico y tratamiento de reacciones de lepra, neuritis y discapacidades
Monitoreo, apoyo y formación en autocuidado
Bienestar mental mediante primeros auxilios psicológicos y asesoramiento terapéutico
4: Combatir el estigma y garantizar el respeto de los derechos humanos
Adopción de los Principios y directrices para la eliminación de la discriminación contra las personas afectadas por la lepra y los miembros de sus familias
Inclusión de organizaciones y redes de personas afectadas por lepra
Modificación de leyes discriminatorias
Intervenciones y procesos para reducir y controlar el estigma relacionado con la lepra en las comunidades
Acceso al apoyo social y rehabilitación
Investigación
La estrategia incluye un conjunto de prioridades de investigación de importancia clave para este período estratégico. La inversión mundial y nacional en investigación es esencial para lograr cero lepra.
Medición de los progresos en la consecución de las metas de la Estrategia mundial contra la lepra 2021-2030
INDICADOR 2019*
(Notificados 2023
(Hito) 2025
(Hito) 2030
(Meta)
Número de países con cero casos nuevos autóctonos 34 75 (39%) 95 (49%) 120 (62%)
Número de nuevos casos detectados (desglosados por sexo y edad) 202.256 148.000 123.500 62.500
Tasa (por millón de habitantes) de casos nuevos con DG2 1,40 0,92 0,68 0,12
Tasa (por millón de niños) de casos nuevos autóctonos de niños con lepra 7,83 5,66 4,24 0,77
*Los datos anuales de 2019 sobre la lepra se consideran el punto de partida para el seguimiento de los progresos en la consecución de las metas de la Hoja de ruta para las ETD 2030 y la Estrategia mundial contra la lepra 2021-2030.
En 2020, la OMS produjo la publicación Lepra/Enfermedad de Hansen: Manejo de reacciones y prevención de discapacidades. Orientación técnica – 2020 con objeto de facilitar orientación práctica al personal de salud para el diagnóstico temprano y la gestión de las reacciones en lepra, que pueden producirse como resultado de la respuesta inmunitaria del huésped contra el microorganismo infectante, M. leprae. Estos episodios inflamatorios intermitentes y recurrentes se conocen como reacciones leprosas o lepróticas. Las reacciones pueden ocurrir en hasta un 50% de los casos. Si no se tratan, casi siempre son causa de discapacidades permanentes, progresivas y desfigurantes.
El objetivo de este documento de orientación técnica es examinar las prácticas actuales utilizadas para el tratamiento de las reacciones y la neuritis de la lepra, y describir formas en las que pueden mejorarse, con objeto de que los programas nacionales puedan alcanzar sus objetivos de prevención y de reducción al mínimo de la discapacidad debida a la lepra.
En 2020, la OMS publicó el documento Lepra/Enfermedad de Hansen: Seguimiento de contactos y profilaxis posterior a la exposición. Orientación técnica – 2020, cuyo objetivo es proporcionar orientación a los países y programas sobre cómo implementar la evaluación o cribado de contactos y la quimioprofilaxis con rifampicina en dosis única.
Los contenidos siguen un orden lógico: asesoramiento y obtención de consentimiento, identificación y registro de casos índice, registro de contactos, seguimiento de contactos, evaluación o cribado de contactos, administración de medicamentos profilácticos. También se indican aspectos de gestión para llevar a cabo la evaluación o cribado de contactos y la quimioprofilaxis, incluidas la planificación, capacitación, supervisión y gestión de medicamentos.
La Estrategia mundial contra la lepra 2021–2030 orienta a los países para acelerar el avance hacia el objetivo de cero lepras, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La optimización de las herramientas existentes, como las de rastreo de contactos, la búsqueda activa de casos, la profilaxis posterior a la exposición con rifampicina en dosis única y la prestación de servicios de PQT son actividades de decisiva importancia para interrumpir la transmisión. Es preciso mantener lo conseguido para lograr la eliminación de aquí a 2030.
Si bien la pandemia de COVID-19 perturbó los servicios de salud en general, ofreció la oportunidad de fortalecer las iniciativas sanitarias digitales en lo tocante al diagnóstico, el envío de casos, el seguimiento y la capacitación del personal en varios países.
La OMS ha elaborado módulos de aprendizaje electrónico con la finalidad de mejorar los conocimientos y competencias del personal de todos los niveles en relación con temas que van desde el diagnóstico y envío de casos sospechosos hasta el tratamiento de la lepra y la gestión de las discapacidades.