¿Pasas aproximadamente una tercera parte del día durmiendo? Según un informe reciente de la Universidad Médica de Wenzhou (China), publicado por la revista BMC Publich Health, deberías hacerlo.
El sueño es una necesidad básica para nuestro organismo y tiene afectaciones directas en su funcionamiento y también en nuestro estado de salud, tanto física como mental. Los científicos que estudian disciplinas relacionadas con el sueño, como la neurociencia y medicina, entre otras, siguen trabajando para esclarecer las grandes incógnitas de este complejo proceso biológico.
Una de las revelaciones más importantes del estudio ha confirmado que dormir más de 7 horas cada noche favorecería la longevidad, a la vez que un envejecimiento más saludable. Sin embargo, tanto un exceso de sueño como su déficit contribuyen al deterioro cognitivo, la depresión, y una tasa más alta de mortalidad, entre otros.
Para llegar a estas conclusiones los investigadores han analizado los hábitos del sueño de unas 3 300 personas mayores de 45 años en 2011, 2013 y 2015, para después realizarles un control de salud en el 2020. Esto es todo lo que sabemos.
¿Qué ocurre en nuestro cuerpo mientras dormimos?
Durante las horas de sueño, nuestro cerebro se mantiene activo para devolver el equilibrio a todo nuestro organismo, garantizando nuestra salud y bienestar mediante procesos que producen cambios en:
La presión arterial
La temperatura corporal
La frecuencia cardíaca
La frecuencia respiratoria
La secreción hormonal
La reparación celular
La eliminación de neurotoxinas del cerebro
El reajuste del sistema inmunitario
La consolidación de la memoria
La relajación de los músculos
Por tanto, privar a nuestro cerebro del sueño necesario para llevar a cabo estas funciones de regulación afectará, a corto plazo, a nuestro desempeño cognitivo y emocional: nuestros reflejos y el rendimiento intelectual serán más bajos, y tardaremos más tiempo en reaccionar a estímulos.
PERO, ¿QUÉ PASA A LARGO PLAZO?
Este estudio se ha centrado en analizar las consecuencias de no dormir una cantidad adecuada de horas diarias, descubriendo que, de los 3 300 pacientes examinados, aquellos que presentan un envejecimiento exitoso dormían alrededor de 7 horas al día.
En las últimas revisiones, realizadas con 9 años de diferencia con las primeras, estos individuos no presentaban enfermedades crónicas importantes o un deterioro físico significativo, mantenían una función cognitiva alta y gozaban de buena salud mental. Esto ocurría solamente con un 13,8 % del grupo observado, un total de 455 personas de las cuales 307 aseguraron dormir regularmente entre 7 y 9 horas diarias.
Y es que uno de los grandes problemas a nivel mundial es el envejecimiento de las sociedades, motivo por el cual los expertos se dedican a estudiar las medidas necesarias para llegar a la vejez en mejor estado de salud.
Sus hallazgos lo dicen todo: definitivamente, nuestros hábitos diarios y rutinas (como la dieta que llevamos, las horas que dormimos o el nivel de actividad que realizamos) tendrán un efecto directo en evitar las complicaciones de salud. Esto incluye nuestro bienestar físico, pero por supuesto también nuestra salud mental, que a medida que envejecemos nos cuesta más de conservar.
Leer el texto completo del artículo en:
successful aging: a population-based cohort study. BMC Public Health 24, 3029 (2024). https://doi.org/10.1186/s12889-024-20524-7 Tian, L., Ding, P., Kuang, X. et al. The association between sleep duration trajectories and