El insomnio afecta a casi un 15% de la población mundial.
El insomnio es un trastorno frecuente del sueño que implica dificultad para dormirse, para mantenerse dormido o lograr hacerlo con una buena calidad. Este puede presentarse incluso cuando se tiene el tiempo y el entorno correcto para dormir bien, lo cual termina afectando las actividades diarias de quien lo padece y hace que se sienta somnolencia durante el día.
El insomnio de corta duración puede ser causado por estrés o por cambios en los horarios o en el entorno de la persona. Su duración oscila entre unos días y hasta semanas. Por otro lado, el insomnio crónico ocurre tres o más noches por semana, dura más de tres meses y no puede ser explicado completamente por otro problema de salud. Su presencia suele afectar la memoria y la concentración del enfermo. Una vez que se ha vuelto crónico, el insomnio aumenta el riesgo de padecer de enfermedades como la hipertensión arterial, la cardiopatía isquémica, la diabetes y el cáncer.
La Medicina Natural y Tradicional, con sus diferentes enfoques, aporta múltiples opciones terapéuticas para tratar el insomnio. Dentro de estas, la fitoterapia destaca por estar bien documentado su uso tradicional y por las evidencias científicas acumuladas que respaldan el empleo de no pocas plantas medicinales útiles en tal sentido.
La Farmacopea Vegetal Caribeña en su tercera edición refiere dos especies, por demás presentes en Cuba, que pueden ser utilizadas para tratar este padecimiento. Una de ellas es popularmente conocida en nuestro país como tila, tilo, carpintero o té criollo. La otra es el vetiver.
El tilo
En su obra “Plantas medicinales, aromáticas o venenosas de Cuba”, apunta Roig que el tilo es una especie silvestre de terrenos montañosos, cultivada comúnmente en los patios como ornamental y medicinal. Su nombre científico es Dianthera pectoralis (Jacq.) J. F. Gmel o Justicia pectoralis Jacq. Es originario de los trópicos de nuestro continente, donde su área de distribución nativa se extiende desde México y el Caribe hasta las zonas tropicales de América del Sur.
Aunque su nombre común es el mismo, el tilo que nosotros utilizamos acá es una hierba que nada tiene que ver con los árboles de tilo, los que pertenecen a la familia de las malváceas y son típicos de las regiones templadas del hemisferio norte. Es cierto que coinciden en su empleo tradicional como sedantes, pero el resto de las propiedades y formas de uso son diferentes.
El tilo es una especie silvestre de terrenos montañosos, cultivada comúnmente en los patios como ornamental y medicinal.
En el caso del nuestro, se puede preparar en forma de decocción o infusión. Para ello se emplean una o dos cucharadas de las hojas o partes aéreas de la planta bien troceadas en una taza de agua, equivalente a 250 mililitros. Si se trata de una decocción, se deja hervir la mezcla por cinco minutos en recipiente tapado. Para la infusión se agrega el agua hirviendo al recipiente que contiene la masa vegetal y se tapa. Ya sea una u otra preparación, luego se deja enfriar, se filtra y se recomienda beber una taza entre dos y cuatro veces al día. Es importante que la última dosis sea siempre un rato antes de irse a la cama.
No debe emplearse el tilo o carpintero conjuntamente con anticoagulantes o en pacientes con trastornos circulatorios. Tampoco es recomendado si se va a conducir un auto u otras maquinarias por su efecto sedante. No existen evidencias que avalen la seguridad de su uso durante el embarazo, la lactancia ni en niños menores de cinco años, según la Tercera Edición de la Farmacopea Caribeña.
El vetiver
El nombre científico del vetiver es Chrysopogon zizanioides o Vetiveria zizanioides. Es una planta perenne de la familia de las gramíneas, nativa de la India. Su nombre proviene del idioma tamil y significa “raíz que está desenterrada.” En Cuba existe desde la época colonial y según Roig es más común en la provincia de Pinar del Río, en las zonas tabacaleras.
De esta planta se utilizan las raíces para tratar el insomnio. Con cuatro de ellas, bien lavadas y previamente machacadas, se prepara una decocción. La cantidad de agua a emplear es un litro y se deja hervir esta mezcla en recipiente tapado durante 10 minutos. Luego se enfría, se filtra y se bebe una taza tres veces al día. También aquí se recomienda que la última dosis sea en la noche, un rato antes de irse a la cama.
Es importante tener en cuenta que el aceite esencial de la raíz de vetiver puede provocar reacciones de hipersensibilidad en algunas personas y que tiene un efecto cáustico sobre la piel. No se debe usar durante el embarazo, la lactancia ni en niños menores de ocho años.
Siempre es necesario adoptar medidas desde el autocuidado de nuestra salud para vencer el insomnio. Partiendo de la propia responsabilidad individual se debe garantizar, entre otros elementos, tener horarios estables de sueño, practicar ejercicio físico regularmente, no dormir durante el día, limitar o evitar el consumo de sustancias estimulantes como la cafeína y el alcohol, así como garantizar las condiciones en la habitación para tener un buen sueño. Por supuesto, también están ahí nuestras plantas medicinales que ayudan siempre, en este caso el tilo o el vetiver, que sabemos ayudan a combatir el insomnio… ¡desde lo natural!