Infomed Ciego de Ávila
Inicio » Noticias »

Ejercitar la memoria: una estocada al Alzheimer

Las primeras alertas sobrecogedoras o signos de que la demencia anda rondando, son esos olvidos de cosas cotidianas que tienen que ver con la memoria más reciente, como, por ejemplo, no poder recordar lo que hicimos hace solo unos minutos o lo que comimos apenas unas horas atrás, olvidar fechas importantes o incluso los nombres de personas queridas.

Las primeras alertas sobrecogedoras, o signos de que la demencia anda rondando, son esos olvidos de cosas cotidianas que tienen que ver con la memoria más reciente, como por ejemplo no poder recordar lo que hicimos hace solo unos minutos o lo que comimos hace apenas horas, olvidar fechas importantes o incluso los nombres de personas queridas.

Se afecta la memoria «esa capacidad de la persona de reproducir eventos que son captados por nuestras sensaciones, o sea los órganos sensoriales y tiene su base en una gran cantidad de procesos que ocurren a nivel cerebral, donde es muy importante que esté conservada la atención del individuo y un buen estado de los órganos sensoriales».

Así apuntó a Granma el doctor Rodolfo Bosch Bayard, Especialista de I y II grado en Medicina Interna, Máster en salud pública y envejecimiento, y Máster en Síndrome Demencial, de la Facultad Finlay Albarrán, de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana; con quien dialogamos sobre los beneficios de ejercitar nuestra mente.

 

«Hay varias formas de clasificar la memoria, pero podemos referirnos a la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo. La primera de estas, en la práctica clínica se puede explorar al ofrecerle al paciente una lista de palabras y después pedirle que nos diga cuales de ellas recuerda. La memoria a largo plazo está relacionada con recuerdos que ya tiene almacenado la persona de experiencias anteriores», explicó el profesor.

Pero, ¿cómo aconsejar a una persona que refiere una queja de memoria?

«En primer lugar hay que hacer una evaluación individualizada del paciente, dependiendo de su edad, las enfermedades que padece, los antecedentes familiares de enfermedades heredodegenerativas, la frecuencia de esos episodios de olvido; si estas molestias afectan las actividades de la vida diaria (como las básicas: bañarse, preparar alimentos, vestirse, entre otras), o  las instrumentadas, donde se puede citar por ejemplo el uso del teléfono, del transporte público, o el manejo de las finanzas, y otras».

De acuerdo con el doctor Bosch Bayard, con estos primeros elementos el médico encaminará su diagnóstico mediante el interrogatorio, el examen físico, la valoración cognitiva, la valoración funcional y el abordaje de la esfera psicoafectiva.  A partir de dichos elementos clínicos y el uso de algunos exámenes complementarios se puede tener un diagnóstico presuntivo y se estará en condiciones de brindar algunos consejos al paciente, señaló el especialista.

Sin embargo, la presencia de quejas de memoria no significa que se está instaurando un deterioro cognitivo, aclaró el entrevistado. «Hay que individualizar.  Es muy poco frecuente observar estos trastornos en personas jóvenes, no obstante, la depresión y los estados de ansiedad con frecuencia se asocian a olvidos, ya que en este caso se altera la atención porque la persona no se concentra y se afecta la memoria. De igual modo, en otras enfermedades como el hipotiroidismo descompensado y las anemias por déficit de vitamina B 12 también se pueden presentar trastornos de memoria.

RECOMENDACIONES

Sobre las recomendaciones a tener en cuenta para mantener una buena memoria, el profesor consideró que son un aspecto muy importante «porque no disponemos de un tratamiento farmacológico para incrementar la memoria y hay evidencia científica de un grupo de recomendaciones que pueden ayudar a un mejor funcionamiento de la misma».

En ese sentido, el especialista mencionó la práctica de ejercicio físico, estilos de vida saludables, «mantener activa la mente» retroalimentándola cada día, el hábito de lectura, la práctica de idiomas, escuchar música, bailar, evitar el tabaquismo, el alcoholismo y el consumo de drogas, dormir bien, mantener el peso corporal y el control de las enfermedades crónicas como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, las dislipidemias y tratar la depresión.

Particular énfasis realizó el doctor Bosch Bayard en los beneficios que aporta la práctica de ejercicios físicos y los estilos de vida saludable. «El ejercicio físico ayuda a mantener una buena memoria por diferentes vías: favorece la función respiratoria y cardiovascular, aumenta el flujo sanguíneo cerebral, mejora el estado de ánimo, previene las enfermedades cerebrovasculares que causan daño estructural en el cerebro, ayuda al control de enfermedades crónicas no trasmisibles y a la neuroplasticidad cerebral, que es una capacidad de las neuronas de adaptarse y crear nuevas conexiones ante estímulos externos», dijo.

Hay diferentes tipos de ejercicios físicos: aeróbicos, pilates, Tai Chi, yoga…, todos aportan beneficios, aunque el tipo de actividad física, la duración e intensidad debe ajustarse a las características propias de cada persona, significó el entrevistado.

«La música es muy importante porque estimula diferentes áreas del cerebro relacionadas con las sensaciones, los movimientos, la coordinación y las emociones, permite evocar recuerdos en personas que han perdido la memoria y además se ha utilizado como tratamiento de múltiples enfermedades cerebrales y como coadyuvante de la terapia física. Las personas que han estudiado un instrumento durante toda su vida tienen un mayor grosor de la corteza cerebral en áreas específicas y por ello crean una mayor reserva cognitiva que le permite afrontar mejor las pérdidas de la memoria», agregó el especialista.

A juicio del profesor, desarrollar estilos de vida saludable es un término muy abarcador, que tiene relación con los enunciados anteriores, pero que tiene un elemento esencial vinculado a la alimentación.

«Hay diferentes tipos de dietas, pero se preconiza la dieta mediterránea: el consumo de pescado, ácidos grasos poliinsaturados que están presentes en el aceite de oliva y aguacate, las frutas y los vegetales. Es muy importante mantenerse en su peso e incorporar este hábito dietético durante toda la vida. El ácido fólico y la vitamina B12 son muy importantes, pues su déficit en el anciano produce pérdida de memoria e incluso síndrome demencial. La vitamina A y la E tienen propiedades antioxidantes», destacó.

Por otra parte, la actividad mental permitirá que esta se siga desarrollando, pues la inactividad condiciona pérdida de memoria. Por eso se recomienda «retar tu mente» con nuevos proyectos como aprender un idioma, el disfrute de juegos de mesa como ajedrez, dominó, damas, video juegos, juegos de computadoras que además de elevar la autoestima y mejorar el estado de ánimo ayudan a crear redes sociales que protegen a la persona del aislamiento y la depresión. En las personas mayores con deterioro cognitivo se indican además ejercicios de estimulación cognitiva orientados por un especialista, refirió.

«Dos factores de riesgo muy importantes que se deben controlar son el tabaquismo y el alcoholismo. El primero es uno de los mayores contribuyentes a la mortalidad en Cuba porque condiciona la aparición de múltiples neoplasias, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares (primeras causas de muerte), y a nivel cerebral produce daño en los grandes y pequeños vasos de áreas relacionadas con la memoria y el aprendizaje.  El alcoholismo también es una causa de deterioro cognitivo y demencia. La depresión comparte un sustrato con la pérdida de memoria, afecta la calidad de vida y hace a la persona más vulnerable de padecer demencia», advirtió el especialista.

Asimismo, dijo, existen técnicas de memorización y recursos nemotécnicos que ayudan a mantener la memoria. En ese sentido, la concentración es muy importante por lo que se recomienda no realizar varias actividades al mismo tiempo.

Vale destacar que el control de los factores de riesgo antes mencionados ha permitido disminuir ligeramente la aparición de nuevos casos de demencia en estudios realizados en países de altos ingresos. Recomendaciones más que válidas en nuestro contexto, donde las investigaciones más recientes realizadas sobre la prevalencia del Alzheimer en Cuba estiman que existen alrededor de 150 000 personas con esta u otro tipo de demencia, cifra que se elevará a 273 000 personas en el año 2030.

Deja un comentario

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

*

code

© 1999 - 2025 Infomed Ciego de Ávila - Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas