Desde mediados del siglo XIX se ha intentado la modificación quirúrgica de la curvatura corneal con fines refractivos. El láser excimer (LASEK) constituye un método moderno para este tipo de operación refractiva mediante la cual se modifica la curvatura de la córnea para mejorar la visión del ojo de una forma más exacta y predecible. Se ha demostrado un grado adecuado de eficacia y seguridad en varias de estas intervenciones refractivas.(1,2)
El uso del láser excimer, como herramienta de alta precisión y seguridad para este esculpido (aplanamiento), fue introducido en 1983, por Stephen Trokel y Srinivasan del Centro Médico de la Universidad de Columbia (EE. UU.).(1)
Las proyecciones mundiales para la operación refractiva muestran que EE. UU. y Asia son los dos mercados dominantes, con aproximadamente 1,57 millón de procedimientos y 1,29 millón procedimientos respectivamente en el año 2006. Según cálculos realizados, se piensa que Asia sea el sitio de crecimiento más rápido en el futuro.(3)
En Cuba se introdujo en el año 2002 la operación refractiva corneal con láser excimer con lo que muchos pacientes fueron beneficiados con estándares de visión nunca antes alcanzados en cuanto a exactitud y predictibilidad.(1,4,5) Las aplicaciones del láser de excimer para la operación refractiva y para la operación corneal terapéutica, ha estimulado el interés de muchos oftalmólogos en todo el mundo, a pesar de los altos costos de compra y mantenimiento.(1) Los trastornos refractivos son una causa frecuente de la consulta de cirugía refractiva del Centro Oftalmológico del Hospital Clínico Quirúrgico “Celia Sánchez Manduley” de Manzanillo.
El objetivo investigación, con de determinar los cambios morfológicos que se producen en la córnea de los pacientes sometidos a una intervención refractiva con técnica LASEK ya que no existe ningún estudio anterior realizado en el centro.
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