La doctora Eva de la Nuez Ramos ha dedicado su vida entera a la formación de los profesionales de la Salud Pública en Ciego de Ávila
Fue un regalo conversar con una de las cubanas más enamoradas de la profesión que instruye al hombre, y poder contagiarme con esa divina espiritualidad que desprende una mujer consagrada, talentosa y triunfadora.
Aunque estudió medicina, la doctora Eva de la Nuez Ramos, ha dedicado su vida entera a la formación de los profesionales de la Salud Pública en Ciego de Ávila y en otras naciones del mundo, y ha dirigido los procesos de la enseñanza desde diferentes cargos y por varios años.
Esta pedagoga, especialista en Fisiología Normal y Patológica, ilumina con su sabiduría y deja huellas imborrables en los discípulos.
La elegante, fina y frágil doctora, criada en el municipio de Baraguá, se inclinó por la psiquiatría y en un momento pensó ser pediatra, pero descubrió que su verdadera vocación no era sanar, sino enseñar cómo lo pronosticó el abuelo Marcelino, quien la llamaba, mi maestrica.
Por su talento para educar y para dirigir los procesos de formación docente, fue reconocida tanto en la República de Venezuela, como en Ecuador donde participó en una de acciones más humanas, la Misión Manuela Espejo, esas encomiendas le permitían ver de cerca al comandante Fidel quien despedía a todos los colaboradores.
Otros grandes reconocimientos la enorgullecen y allí están, el premio Por la Obra de la Vida, la condecoración Cuadro Destacado del Estado, las medallas Lázaro Peña, Jesús Menéndez, la de Médico Internacionalista, y otros que agradece a la familia, sobre todos a esos magníficos padres que la vida le regaló, a su esposo el doctor Leonel Pineda y a sus dos hijos, a quienes muchas veces no pudo acompañar en momentos cruciales por cumplir con el deber sagrado de la Patria.
A más de tres décadas de su primera clase, la fina mujer de ojos y cabellos claros, que ejerció como Decana y Vicerrectora Académica por varios años, sin abandonar la enseñanza de la fisiología, irradia desde las aulas como el primer día y conduce todos los procesos de calidad en la institución universitaria con gran placer.