El 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón, y se hace desde que en el año 2000 la Federación Mundial del Corazón, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) designara este día, el propósito de esta fecha es concientizar sobre el cuidado de nuestro propio corazón y del corazón de las personas que nos rodean, su prevención, control y tratamiento.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo. Los infartos de miocardio y los accidentes cerebro vasculares se cobran más de 17 millones de vidas al año. Y se estima que la cifra ascenderá a 23 millones para el año 2030.
Muchas de estas muertes se pudieran evitar con una alimentación saludable que reduzca el consumo de sal, con ejercicio físico y evitando el consumo de tabaco.
Las principales enfermedades que afectan el corazón
Ataque al corazón o infarto de miocardio: se caracteriza por el estrechamiento de los vasos sanguíneos encargados de llevar sangre al corazón.
Enfermedades cerebro vasculares: es causada por un sangrado intracerebral o por un coágulo de sangre depositado en el cerebro.
Hipertensión: es la presión arterial alta, y se trata de uno de los mayores riesgos de padecer un infarto.
Angina de pecho: es un tipo de dolor de pecho provocado por la reducción del flujo sanguíneo al corazón.
Arritmia: es una alteración del ritmo cardiaco.
Insuficiencia cardiaca: sucede cuando el corazón no es capaz de bombear la sangre suficiente para cubrir las necesidades del organismo.
Para compartir información sobre el corazón en redes sociales utilice el #DiaMundialDelCorazón.
La Biblioteca Virtual en Salud (BVS-Cuba) le propone revisar el Capítulo 16 Pruebas para evaluar el funcionamiento del corazón, correspondiente al libro Bioquímica clínica. Principios y guías para el laboratorio
El laboratorio de bioquímica clínica diariamente entrega numerosos resultados de análisis y es responsabilidad, en primer lugar, del médico laboratorista, o del bioquímico clínico, saber interpretarlos. Como es naturalmente, esos resultados llegan hasta el médico de asistencia, quien debe orientar o tratar al paciente en caso de alguna enfermedad.
La finalidad del laboratorio clínico es contribuir con el diagnóstico médico, confirmando o rechazando sus hipótesis; de este modo se comprende la importancia de saber interpretar, correctamente, las pruebas diagnósticas. El resultado de estas permite clasificar a un individuo como sano o enfermo y orientar su tratamiento, aportar información sobre su pronóstico o contribuir con la aplicación de medidas preventivas.