Detectar los tumores sólidos antes de que hagan metástasis podría prevenir de 26% a 32% de las muertes por cáncer en mujeres y de 18% a 24% en hombres, dentro de los 10 años posteriores al diagnóstico, estiman investigadores en Australia.^[1]

Estas cifras representan de 2.064 a 2.677 menos muertes por cáncer al año en el estado de Nueva Gales del Sur, Australia, entre 2005 y 2014, el periodo más reciente estudiado.

“Aunque está bien establecido que el diagnóstico de tumores malignos en una etapa más temprana es ‘mejor’, nuestro estudio es único en el sentido de que cuantifica cómo se vería ese ‘mejor’ en términos de cuántas muertes se evitarían dentro de los 10 años posteriores al diagnóstico”, escribieron los autores en un artículo publicado en versión electrónica el 17 de enero en International Journal of Cancer. “Al hacerlo, se espera que estos resultados proporcionen una motivación continua para desarrollar estrategias más efectivas para diagnosticar tumores malignos en etapas más tempranas”.

Por supuesto, lograr tal “cambio de escenario en la práctica es difícil”, reconocieron Xue Qin Yu, Ph. D., de The Daffodil Centre, en Sídney, Australia, y sus colaboradores. En primer lugar, señalaron, “el diagnóstico en una etapa más temprana puede ser un desafío debido a la naturaleza inespecífica de muchos síntomas comunes que pueden no ser reconocidos ni por los pacientes ni por los médicos”. Además, agregaron, un desafío para diagnosticar tumores malignos en una etapa más temprana “es la baja aceptación general de las pruebas de cribado”.

Para su estudio, los investigadores utilizaron datos de una cohorte de más de 716.000 personas de 15 a 89 años diagnosticadas con un tumor sólido, en Nueva Gales del Sur entre 1985 y 2014, que recibieron seguimiento hasta 2015.

Para estimar cuántas muertes podrían evitarse si los tumores se detectaran antes, los autores analizaron dos escenarios. En el escenario 1, asumieron que todos los casos conocidos de cáncer con enfermedad distante se diagnosticaron en la etapa regional, y en el escenario 2, asumieron que la mitad de los casos se diagnosticaron como enfermedad regional y la otra mitad como enfermedad localizada.

En el escenario conservador 1, se podrían evitar alrededor del 18% de las muertes por cáncer observadas en hombres y el 26% en mujeres. En total, esto correspondió a 21% de las muertes observadas.

El cáncer colorrectal encabezó la lista de muertes evitables tanto en hombres (27%) como en mujeres (33%), seguido del cáncer de próstata en hombres (19%), cáncer de mama en mujeres (18%) y melanoma en mujeres (16 %) y hombres (13 %).

En el escenario 2, se evitó 24% de las muertes por cáncer en hombres y 32% en mujeres, es decir, 28% en general.

Los investigadores advierten que su estudio está limitado porque había una alta proporción de casos en etapa desconocida. Aún así, dicen que sus hallazgos son consistentes con los resultados de Estados Unidos que indican que entre 15% y 25% de las muertes relacionadas con el cáncer podrían evitarse si los tumores se detectaran antes de hacer metástasis.

“Dado que nuestra cohorte de estudio se obtuvo de un registro de cáncer poblacional con una enumeración completa de los tumores malignos diagnosticados durante el periodo de estudio, es probable que los hallazgos de nuestro estudio, particularmente en términos de la tasa de muertes evitables de la población, puedan generalizarse a otras poblaciones con características similares”, escribieron Yu y sus colaboradores. “Sin embargo, los resultados pueden ser diferentes en países que tienen una combinación diferente de tipos de cáncer o distribución de etapas en el momento del diagnóstico”.